Muchas "arquibacterias" tienen la capacidad de sobrevivir en ambientes muy rigurosos: de elevada acidez, salinidad o temperatura e incluso en sitios sin oxígeno y pozos de petróleo. Por este motivo se dice que son extremófilas.
En el ser humano y otros animales, algunas sustancias indigeribles provenientes de ciertos vegetales como el poroto, van al intestino grueso. Allí son fermentadas por algunos microorganismos, entre ellos arquibacterias que fabrican gas metano. Este gas es expulsado del organismo mediante flatulencias.
Sin embargo, existen algunas arquibacterias que viven en condiciones normales, como por ejemplo sobre la superficie del océano.
En cuanto a su estructura, poseen una pared y membrana celular con una composición diferente a las de las "bacterias".
En los siguientes videos se describen las principales características de las arquibacterias.